El riesgo mayor de ambos tratamientos es una mayor susceptibilidad a la
infección y a
hemorragias a causa del tratamiento anticanceroso con
dosis elevadas. Los médicos pueden recetar al paciente
antibióticos para impedir o tratar infecciones. También pueden dar al paciente
transfusiones de
plaquetas para impedir las hemorragias y de glóbulos rojos para tratar la
anemia. Los pacientes que reciben un BMT o un PBSCT pueden tener efectos secundarios a corto plazo como nauseas, vómitos,
fatiga, falta de
apetito, llagas en la boca, caída del pelo y reacciones de la piel.
Al llevar a cabo trasplantes alogénicos, surge a veces la enfermedad de injerto contra anfitrión. Esto ocurre cuando los glóbulos blancos del
donante (injerto) identifican las células en el cuerpo del paciente (el anfitrión) como foráneas y las atacan. De ordinario, los órganos más afectados son la piel, el hígado y los intestinos. Esta
complicación puede surgir en las primeras semanas después del trasplante (GVHD aguda) o mucho más tarde (GVHD crónica). Para evitar esta complicación, el paciente puede recibir medicamentos que suprimen el
sistema inmunitario. Además, las células madre del donante se pueden tratar para extraer los glóbulos blancos que causan la GVHD en un proceso llamado "
reducción de linfocitos T". Si se presenta la GVHD, puede ser un problema muy grave y se trata con esteroides o con otras sustancias inmunosupresoras. Tratar la GVHD puede ser difícil, pero algunos estudios indican que es menos probable que reaparezca el
cáncer en los pacientes con
leucemia que padecen la GVHD. Hay estudios clínicos en curso para encontrar la forma de evitar y de tratar la GVHD.
La probabilidad y gravedad de las complicaciones son específicas al tratamiento del paciente y se deberán consultar con el médico del paciente.