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Wednesday, December 23, 2015

PEDIATRIA / PEDIATRICS / ALLERGY / IMMUNOLOGY / USA / CARACAS

Yo publico Alergólogos USA porque soy un alergólogo graduado en USA, no porque necesito otro empleo, como me escribio alguien de Estados Unidos. No solamente en EE.UU se saben las cosas. Las cosas las sabe quien estudia. Se vive en cualquier parte, como es mi caso. La desinformación en Estados Unidos, es increíble dado su desarrollo.

Felices Pascuas y año nuevo, 2015. Somos amigos de EE.UU. Por siempre...

Alergólogos USA

Publicado por C.A. Centro Medico De Caracas el: 24/01/2011
Ubicación
Tipo de vendedor Profesional Oferta
Descripción
Carlos E Mijares, MD Certified USA University of Kansas. School of Medicine. Asthma, Allergies & Immunology, pediatrician. Pediatra Alergólogo, Inmunólogo, Neumonólogo. Headquartes: C.A. Centro Médico de Caracas. San Bernardino. Caracas 1010. Venezuela. Phones +58 550 5238 555.9379 555.9522 Mobile: 0412 393.2265 0416 408.4342 0424 1525291 Web: www.centromedicodecaracas.com.ve, paginasamarillascantv.com.ve,infoguia.com,worldallergy.org,svaaai.org.ve

Our methods of diagnosis and care are those extensively proved, approved --and used by the FDA, WHO,WAO (World Allergy Organization).

Emergencies, Anaphylaxis. Keep and use Epipen as needed. Or Auvi-Q de Sanofi.

Send your resume or contact us (round the cloc'k) 0412 393.2265 0416 408.4342

We are Members of Who is Who in the World of Professionals, since 2002.

MENINGITIS POR HONGOS / MENINGITIS MICOTICA / MENINGITIS POR AMOEBAS

Meningitis as treated by Carlos E Mijares, MD former resident and fellow in Allergy/Immunology, pediatrics, at Universdity of Kansass, School of Medicine. USA.

Of note, Meningitis by Amoeba, a very rare condition, but ocurring as an emergency after going out of town and / or taking a bath in a swimming pool, river, lake or pond - contaminated. Signs and symptoms are just in there: is an emergency you make the diagnosis asking the family! You do not have time to spare. Intravenous Gentamycin or Garamycin has been useful in some cases but survival is rare. I have not had a case in 40 years of pediatric practice, but heard about one case by telephone. When I asked and mentioned the - Amoeba possibility, as a cause, it was the Diagnosis, for I asked the right question. I had already heard about one case. So, be careful and clean the environment as president Obama, said!



Meningitis micótica

English: Fungal Meningitis

Causas

La meningitis micótica es muy rara y por lo general se produce por la diseminación de un hongo a la médula espinal a través de la sangre. Aunque cualquier persona puede presentar meningitis micótica, aquellas con sistemas inmunitarios débiles, como las que tienen cáncer o sida, tienen un riesgo más alto.
La causa más común de la meningitis micótica en personas con sistemas inmunitarios débiles, es el hongo criptococo (Cryptococcus). Esta enfermedad es una de las causas más frecuentes de la meningitis en adultos en África.

Transmisión

La meningitis micótica no es contagiosa, lo que significa que no se transmite entre las personas. La meningitis micótica puede producirse después de que un hongo se propaga a través del torrente sanguíneo, desde alguna parte del cuerpo, como resultado de la entrada directa del hongo al sistema nervioso central, o por propagación directa desde una parte infectada en el cuerpo situada cerca del sistema nervioso central.

Investigación de meningitis micótica, octubre de 2012

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) junto con los departamentos de salud estatales y locales y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) están investigando un brote multiestatal de meningitis micótica en pacientes que recibieron inyecciones de esteroides contaminadas. Varios pacientes sufrieron accidentes cerebrovasculares que se piensa fueron el resultado de su infección. Esta forma de la enfermedad no es contagiosa. La investigación también incluye infecciones micóticas (por hongos) asociadas a inyecciones en espacio articular periférico como en una rodilla, un hombro o un tobillo.
La meningitis micótica también puede presentarse después de tomar medicamentos que debilitan el sistema inmunitario. Ejemplos de estos medicamentos son los esteroides (como la prednisona), los medicamentos que se administran después de un trasplante de órgano o los medicamentos anti-FNT, que a veces se usan para el tratamiento de la artritis reumatoide o de otras enfermedades autoinmunitarias.
Los distintos tipos de hongos se transmiten de varias formas. Se cree que el criptococo (Cryptococcus ) se adquiere al inhalar suelo contaminado con excrementos de aves y el histoplasma (Histoplasma) se encuentra en lugares con un alto nivel de contaminación por excrementos de aves o murciélagos, en especial en la región central de los Estados Unidos, cerca de los ríos Ohio y Mississippi. Se cree que el Blastomyces se encuentra en el suelo rico en materia orgánica en descomposición de la región central de los Estados Unidos, en particular en la parte norte de esa región. Los Coccidioides están presentes en el suelo de las áreas endémicas (la región suduoeste de los Estados Unidos y partes de Centroamérica y Sudamérica). Cuando se transita por estos entornos, o se modifican, se pueden inhalar las esporas micóticas. La meningitis ocurre como resultado de una infección micótica que se disemina a la médula espinal. La infección por cándida (Candida) o candidosis, usualmente se contrae en entornos hospitalarios.

Factores de riesgo

Algunas enfermedades, medicamentos y procedimientos quirúrgicos pueden debilitar el sistema inmunitario y aumentar el riesgo de adquirir una infección por hongos, que puede causar meningitis micótica. Los bebés prematuros con muy bajo peso al nacer también tienen un riesgo mayor de contraer infecciones del torrente sanguíneo por Candida, que se pueden propagar al cerebro.
Vivir en ciertas áreas de los Estados Unidos puede aumentar su riesgo de adquirir infecciones micóticas de los pulmones, que también se pueden propagar al cerebro. Por ejemplo, los excrementos de aves y murciélagos en la región central de los Estados Unidos pueden contener Histoplasma, y el suelo del sudoeste de los Estados Unidos puede contener Coccidioides.
Los afroamericanos, los filipinos, las mujeres en el tercer trimestre de embarazo y las personas con sistemas inmunitarios débiles tienen más probabilidad de contraer infecciones por Coccidiodes o coccidioidomicosis, que también se conoce como fiebre del valle.
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Signos y síntomas

Los signos y síntomas de la meningitis micótica pueden incluir:
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza.
  • Rigidez del cuello.
  • Náuseas y vómito.
  • Fotofobia (sensibilidad a la luz).
  • Estado mental alterado.

Diagnóstico

Si se cree que una persona tiene meningitis, se le toman muestras de sangre o del líquido cefalorraquídeo (cerca de la médula espinal) para que se analicen en un laboratorio. Es importante conocer la causa específica de la meningitis, porque la gravedad de la enfermedad y la clase de tratamiento varían según la causa.
Para confirmar la meningitis micótica, se pueden realizar pruebas específicas de laboratorio, dependiendo del posible tipo de hongo.

Tratamiento

La meningitis micótica requiere tratamientos prolongados con altas dosis de medicamentos antimicóticos (contra los hongos), que por lo general, se administran por vía intravenosa en un hospital. La duración del tratamiento depende del estado en que se encuentre el sistema inmunitario y del tipo de hongo que causó la infección. A menudo es es más prolongado el tratamiento para las personas con sistemas inmunitarios que no funcionan bien debido a que tienen otras afecciones como sida, diabetes o cáncer.

Prevención

No se conocen actividades específicas que puedan causar la meningitis micótica. Evite transitar o tocar suelos y otros entornos que puedan contener hongos. Las personas con sistemas inmunitarios débiles (por ejemplo, las que tienen la infección por el VIH) deben tratar de evitar el contacto con excrementos de aves y excavar o realizar actividades que levanten polvo, especialmente si viven en una región geográfica donde se encuentran hongos de las especies Histoplasma, Coccidioides o Blastomyces. Las personas infectadas por el VIH no pueden evitar por completo la exposición.
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Tuesday, December 22, 2015

INMUNIZACION / VACUNA PREVIENE LA CULEBRILLA












Culebrilla (herpes zóster)


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Introducción

El herpes zóster es una enfermedad causada por el virus de la varicela zoster, el mismo que causa la varicela. Después de tener varicela, el virus permanece en el cuerpo. Puede no causar problemas durante muchos años. A medida que envejece, el virus puede reaparecer como herpes zóster. Aunque es más común en personas mayores de 50 años de edad, cualquier persona que haya tenido varicela está en riesgo.
Usted no puede contagiarse con la culebrilla. Sin embargo, si usted tiene una erupción de culebrilla, puede transmitir el virus a alguien que nunca ha tenido varicela. Esto suele ocurrir en niños, quienes podrían contraer la varicela en lugar de herpes zóster. El virus se propaga a través del contacto directo con la erupción, y no puede propagarse por el aire.
Los primeros signos de herpes zóster incluyen ardor o dolor punzante y hormigueo o picazón, generalmente en un lado del cuerpo o la cara. El dolor puede ser leve o severo. Las erupciones o ampollas aparecen entre uno y 14 días después. Si la culebrilla aparece en su cara, puede afectar la vista o el oído. El dolor de la culebrilla puede durar semanas, meses o incluso años después de que las ampollas han sanado.
No hay cura para el herpes zóster. El tratamiento temprano con medicamentos que combaten el virus puede ayudar. Estos medicamentos también pueden ayudar a prevenir el persistente dolor.
Una vacuna puede prevenir la culebrilla o disminuir sus efectos. La vacuna se recomienda para las personas de 60 años o más. En algunos casos, los médicos pueden recomendarla a personas de entre 50 a 59 años.
NIH: Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas

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INFECTOLOGIA / ENFERMEDADES INFECCIOSAS


Enfermedades infecciosas

Otros nombres: Infecciones 
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Para usted

Introducción

Las enfermedades infecciosas matan a más personas en el mundo que otra causa única. Las enfermedades infecciosas son causadas por gérmenes. Los gérmenes son diminutos seres vivos que se encuentran en todas partes: en el aire, en la tierra y en el agua. Una infección puede adquirirse por tocar, comer, beber o respirar algo que contenga gérmenes. Los gérmenes también pueden diseminarse por las mordidas de animales o de insectos, los besos y el contacto sexual. Las vacunas, lavarse apropiadamente las manos y los medicamentos, ayudan a prevenir las infecciones.
Existen cuatro tipos principales de gérmenes:
  • Bacterias: gérmenes de una célula que se multiplican rápidamente y pueden liberar sustancias químicas que lo enfermerán
  • Virus: cápsulas que contienen material genético y usan sus propias células para multiplicarse
  • Hongos: plantas silvestres, como las setas o el moho
  • Protozoarios: animales unicelulares que aprovechan a otros seres vivos como alimento y como un lugar donde vivir
NIH: Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas

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Institutos Nacionales de la Salud

El organismo de los NIH principalmente responsable por realizar investigaciones científicas sobre Enfermedades infecciosas es el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas

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FLU VACCINE for All: A Critical Look at the Evidence

Of note, Immunization, Obesity, Illiteracy and High School drop out are actual priorities worldwide!

Allergy & Clinical Immunology

Flu Vaccine for All: A Critical Look at the Evidence

Eric A. Biondi, MD, MS; C. Andrew Aligne, MD, MPH
Disclosures | December 21, 2015

When Vaccination Became Routine

Vaccine proponents felt that the failure of the vaccine was explained by the immunization campaign being too little, too late. As a result, in 1960, national health experts recommended, for the first time, routine annual vaccination, with emphasis on high-risk groups, including those over the age of 65 years and individuals with chronic illness.[13] By the early 1960s, routine influenza vaccination was generally adopted as a policy, with very little supporting evidence.
After several years of this policy, the CDC decided to evaluate its impact. In 1964, Alexander Langmuir, MD, MPH, then the chief epidemiologist at the CDC, published a paper[13] that "reluctantly concluded that there is little progress to be reported. The severity of the epidemic of 1962-1963...demonstrates the failure to achieve effective control of excess mortality." The paper questioned whether widespread influenza immunization "should be continued without better evidence to justify the major costs to the general public." Despite this, annual vaccination campaigns were continued.
In 1968, the CDC finally performed a randomized, double-blind trial[14] to examine the effect of vaccination on morbidity and mortality. The authors concluded that "Despite extensive use of influenza vaccines...attainment of [improved morbidity and mortality] has never been demonstrated." Nevertheless, flu immunization continued.
In 1976, H1N1 "swine flu" appeared, and a large-scale effort to immunize as many Americans as possible was launched.[15] However, the anticipated levels of disease did not appear, and an epidemic of paralytic Guillain-Barré syndrome in recipients of vaccine led to the program's cancellation. An analysis in 1977[16] by the CDC concluded that influenza control had been "generally ineffective" and that statistically valid community trials were needed.
In 1995, a major review from the US Food and Drug Administration acknowledged the ongoing "paucity of randomized trials" and warned about serious methodological flaws in many existing flu vaccine studies.[17]
In 2000, the CDC performed a placebo-controlled trial and found that "vaccination [when compared to placebo] may not provide overall economic benefit in most years."[18]
Nonetheless, in 2004, the AAP recommended annual influenza immunization for young children, household contacts, and healthcare providers.[19]
Vaccination coverage recommendations continued to expand, and now during every flu season, we watch commercials by retail pharmacies telling us about the importance of getting the flu shot. The fact that the AAP recommends "mandatory" flu vaccination for healthcare providers[20] means that eventually clinicians could be fired for not getting vaccinated.

Summing Up the Data

A 2012 systematic review and meta-analysis[21] examined the efficacy and effectiveness of licensed influenza vaccines in patients with confirmed influenza illness. The authors confirmed that the original "recommendation to vaccinate the elderly was made without data for vaccine efficacy or effectiveness." The main message was that we need a better vaccine and better studies to demonstrate its effectiveness.
Despite the lack of high-quality data supporting the value of the flu shot, widespread vaccination policy might still be reasonable if observational studies consistently showed a benefit. However, the observational studies cited by flu shot proponents are frequently flawed.[22-28] In many studies, relevant clinical outcomes are ignored in favor of immunogenicity (ie, the ability to elicit an antibody response). "Influenza-like illness" (ie, cold symptoms) is frequently measured instead of serious outcomes, such as pneumonia or death. When these more serious outcomes are examined, there is often a failure to control for healthy user bias—the propensity for healthier people to do such things as receive annual check-ups, eat healthier foods, and get the flu shot. So, although it's true that people who get flu shots live longer, it may have nothing to do with actually getting the flu shot.
A 2005 study of a 33-season, national data set attempted to reconcile the reduced all-cause morbidity and mortality found in some observational studies of influenza vaccination with the fact that "national influenza mortality rates among seniors increased in the 1980s and 1990s as the senior vaccination coverage quadrupled."[29] In this study, the authors conclude that:
"[Our] estimates, which provide the best available national estimates of the fraction of all winter deaths that are specifically attributable to influenza, show that the observational studies must overstate the mortality benefits of the vaccine...[even during two pandemic seasons] the estimated influenza-related mortality was probably very close to what would have occurred had no vaccine been available."
The rationale for flu immunization as a national health priority is that influenza is a disease with serious complications, such as pneumonia, hospitalization, and death.[5,13,28] If the reason for influenza vaccination is that flu is such a serious disease, then the relevant outcomes are whether vaccination improves morbidity and mortality from flu. However, after decades of vaccine use, it is hard to detect any public health impact. This is in stark contrast to other routine vaccinations, such as polio and Haemophilus influenzae type b, where introduction of the vaccine led to obvious decline of the disease.
We are pediatricians, and we believe in childhood immunizations. Many vaccines have provided immense public health value. We simply question whether the policy of routine influenza vaccination has outpaced the data supporting its use.
Influenza vaccination now supersedes many other priorities of public health (such as obesity, illiteracy, and high school dropout), and we question whether so much time, effort, and money should be dedicated to flu vaccination while these other national healthcare priorities remain on the back burner.
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Monday, December 21, 2015

SARAMPION / RUBEOLA / PAROTIDITIS - Vacuna Triple Viral





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FI 2014

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© Thomson Reuters, Journal Citation Reports, 2014

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doi: 10.1016/j.eimc.2015.10.013

Vacuna triple vírica. Resurgimiento del sarampión en Europa

Measles, mumps, and rubella vaccine. Resurgence of measles in Europe

María Garcés-Sánchez a, María Renales-Toboso a, María Bóveda-García a, Javier Díez-Domingo b

a Pediatría, Centro de Salud Nazaret, Valencia, España
b Área de Vacunas, Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO), Valencia, España

Palabras Clave

Sarampión. Enfermedad vírica. Vacunas.

Keywords

Measles. Viral disease. Vaccines.

Resumen

El sarampión es una enfermedad exantemática de gravedad moderada y con elevado riesgo de complicaciones, con recuperación en varias semanas. Se trata de una enfermedad vírica, provocada por uno de los patógenos más infectocontagiosos que existen, en la que el único reservorio conocido es el hombre. En 1998, la Región de Europa de la OMS fijó el objetivo de eliminar el sarampión para el año 2010. Este objetivo no ha sido cumplido, observándose además el resurgimiento de la enfermedad en algunos lugares de Europa. En este artículo revisamos la enfermedad y sus vacunas, así como los factores epidemiológicos y sociales que han impedido hasta el momento el control total de la enfermedad.

Abstract

Measles is a rash illness of moderate severity and high risk of serious complications, with recovery in several weeks. It is a viral disease caused by one of the most infectious and contagious pathogens that exists, whose only known reservoir is human. In 1998, the European Region of the WHO set a target of eliminating measles by 2010. This goal has not been achieved. Furthermore, it has been observed the resurgence of the disease in some parts of Europe. We review the disease and its vaccines as well as the epidemiological and social factors that have so far prevented the total control of the disease.

Artículo

El sarampión es una enfermedad exantemática de gravedad moderada y con elevado riesgo de complicaciones, con recuperación en varias semanas. Provoca una alteración inmunológica prolongada durante un periodo de un año o más. Se trata de una enfermedad vírica, provocada por uno de los patógenos más infectocontagiosos que existen, en la que el único reservorio conocido es el hombre1. Su reservorio humano, junto con la existencia de vacunas de elevada eficacia, la convierten en una enfermedad potencialmente erradicable. En 1998, la Región de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó el objetivo de eliminar el sarampión para el año 2010. Este objetivo no ha sido cumplido, observándose además el resurgimiento de la enfermedad en algunos lugares de Europa. ¿Qué es lo que ha sucedido?, ¿cuáles son los factores que han condicionado el fracaso hasta la actualidad de la eliminación y la erradicación del sarampión?
En este artículo vamos a revisar la enfermedad y su prevención mediante vacunación, así como los factores epidemiológicos y sociales que han impedido hasta el momento el control total de la enfermedad.
El sarampión: la magnitud del problemaYa en los jeroglíficos egipcios existe constancia del sarampión. Su nombre deriva del latín sirimp¿o, -¿nis, que significa erupción de la piel. Los registros históricos clásicos se remontan a los escritos del médico persa Rhazes, también conocido como Abu Becr, que vivió en el siglo x y lo describió como una enfermedad distinta de la viruela, con la que al principio se confundía2. El sarampión, o primera enfermedad exantemática, es uno de los primeros 6 exantemas eritematosos de la infancia que aparecieron descritos en la literatura.
Existen datos pertenecientes al principio del siglo XX en los que se estima que la letalidad del sarampión era superior a 10 por 1.000. En aquel momento, no solo no existía una vacuna, sino que tampoco se disponía de antibióticos para tratar las infecciones secundarias que pudieran aparecer. Así mismo, las tasas de malnutrición infantil (factor de riesgo de enfermedad grave) eran muy elevadas. En la actualidad, el panorama es totalmente diferente en los países desarrollados. La baja incidencia de la enfermedad hace necesario que conozcamos y recordemos bien sus manifestaciones clínicas, aun cuando no se ha tenido la oportunidad de ver un caso clásico de sarampión. Solo a través de la sospecha clínica y la exploración es posible detectar de forma precoz los casos importados que en este momento aún se presentan en nuestro medio.
En ausencia de un programa de vacunación, la principal fuente de susceptibilidad al sarampión sontodos los niños recién nacidos, que perderán todos los anticuerpos maternos entre el primer y el segundo año de vida, y se volverán susceptibles. Es una enfermedad muy contagiosa, con una tasa de ataque secundaria cercana o superior al 90%, y estacional, siendo frecuente entre fines del invierno y principio de la primavera. El periodo de transmisibilidad o de contagiosidad abarca desde 2 días antes del comienzo de los síntomas (3-5 días previos al inicio del exantema) hasta 4 días después de la aparición del exantema. Afecta prácticamente a toda la población hasta la adolescencia, con una elevada morbimortalidad en los países en desarrollo.
Sus manifestaciones clínicas son diferentes en función del periodo tras el contagio3. Aunque están descritas diferentes formas clínicas de aparición del sarampión, la más frecuente es la forma clásica, que se divide en 4 periodos:
  • - El periodo de incubación se caracteriza por cursar de forma asintomática, salvo alguna escasa oscilación térmica y una sintomatología parecida a un catarro leve. Su duración media es de aproximadamente 10 días.
  • - En el periodo prodrómico se observa fiebre alta y mantenida, cefalea, malestar general, síntomas catarrales con afectación de las mucosas conjuntival, nasal, orofaríngea y de las vías respiratorias altas, y «fascies sarampionosa» (Figura 1). Las manchas de Koplik, de carácter prácticamente patognomónico, son unas micropápulas puntiformes, de color blanco, que se presentan en la mucosa yugal en el 70-90% de los casos. Aparecen al final del periodo prodrómico, inmediatamente antes del exantema (1-2 días), y desaparecen a las 24-48 h del comienzo de este.
    Fascies sarampionosa.Fuente: Cortesía de los <i>Centers for Disease Control and Prevention</i> (<inter-ref>http://www.cdc.gov/measles/about/photos.html</inter-ref>).
    Figura 1. Fascies sarampionosa.Fuente: Cortesía de los Centers for Disease Control and Prevention ( http://www.cdc.gov/measles/about/photos.html ).
  • - -El periodo exantemático se caracteriza por un empeoramiento del estado general. Suele durar de 3 a 5 días, observándose una mejoría progresiva de la clínica. Aparece el exantema, fruto de la respuesta inmune del endotelio capilar infectado. El exantema es maculopapuloso, de color rojo-violáceo, intenso, progresivamente confluente y no pruriginoso; se inicia en la región retroauricular y se extiende en 3 días, de forma descendente, al resto de la cara y cuello, tronco y extremidades, respetando las palmas y las plantas (Figura 2). La fiebre cede paulatinamente. Si se mantiene, se debe sospechar una complicación del sarampión.
    Exantema confluyente.Fuente: Cortesía de los <i>Centers for Disease Control and Prevention</i> (<inter-ref>http://www.cdc.gov/measles/about/photos.html</inter-ref>).
    Figura 2. Exantema confluyente.Fuente: Cortesía de los Centers for Disease Control and Prevention ( http://www.cdc.gov/measles/about/photos.html ).
  • - En el periodo de convalecencia la clínica va desapareciendo paulatinamente, a excepción de la tos, que puede persistir algunas semanas, y de la erupción cutánea. Se observa una descamación en pequeñas escamas, quedando la piel de color violáceo o marrón. A pesar de que el aclaramiento del virus se produce paulatinamente tras la semana de la erupción, el ARN viral se puede detectar por PCR en algunos niños hasta un mes después.
La infección por el virus del sarampión induce una respuesta inmunitaria muy intensa, generando una situación de inmunocompromiso en el sujeto infectado. Se produce una disminución del número de linfocitos CD4+ y CD8+, así como una incapacidad generalizada de la activación clonal de células mediadoras e inmunidad humoral coincidiendo con la fase de aclaramiento vírica4. Este estado de inmunosupresión puede durar semanas o meses, dejando al sujeto en un estado de vulnerabilidad peligroso, con un mayor riesgo de infecciones bacterianas o víricas secundarias.
El sarampión puede cursar con complicaciones de distinta gravedad. Las más frecuentes son las infecciones respiratorias (otitis media aguda, sinusitis, linfadenitis cervical, laringitis, neumonía o bronconeumonía –viral o bacteriana–) y las neurológicas (encefalitis aguda postinfecciosa con lesión cerebral permanente en uno de cada 1.000 casos de sarampión). Estas, además, junto con la edad menor de 5 años o mayor de 20 años, asociada a malnutrición o inmunosupresión, son las causas más frecuentes de muerte, sobre todo en el mundo en desarrollo, en donde se estima que el 40% de los afectados presentará complicaciones5. Se deben sospechar ante la persistencia o reaparición de la fiebre. También está descrita la aparición de diarrea, púrpura trombocitopénica, piodermitis, hepatitis y miocarditis. Son frecuentes las sobreinfecciones bacterianas por Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus.
Una de las complicaciones más graves asociadas al sarampión es la panencefalitis esclerosante subaguda. Se trata de una enfermedad degenerativa crónica del sistema nervioso central causada por la reactivación del virus del sarampión. La clínica aparece después de un periodo amplio de latencia (12 años de media) tras el padecimiento de la enfermedad. Su riesgo se ha estimado en 4-8,5/1.000.000 casos de sarampión.
Ante la sospecha clínica de sarampión es conveniente realizar un diagnóstico etiológico mediante el aislamiento del virus en cultivos celulares o por la identificación de antígenos o de ARN víricos en secreciones corporales (sangre u orina). La detección de anticuerpos específicos IgM constituye el método de elección y es el más empleado en la práctica asistencial.
Se sabe que entre el siglo i y el XII hubo en Europa importantes epidemias de sarampión. En algunas zonas de China, India y el Mediterráneo Oriental las epidemias provocaban una elevada mortalidad entre su población, llegando a despoblarlas por completo, sobre todo cuando la enfermedad aparecía tras largos periodos de tiempo. El descubrimiento de América llevó consigo el sarampión, y se estima que murieron 56 millones de personas, sobre todo a causa del sarampión y de la viruela.
El conocimiento de su epidemiología aumentó en gran medida gracias a la investigación de una epidemia en las islas Feroe en 1846, realizada por el médico danés Peter Panum, que confirmó que el sarampión era contagioso y definió el intervalo de 14 días entre la exposición y la aparición del exantema. También identificó que la mortalidad era más elevada en ambos extremos de la vida y observó que la enfermedad confería inmunidad de por vida.
No fue hasta el siglo XX cuando se produciría el mayor avance respecto al conocimiento de la etiología de la enfermedad y a su posible prevención. En 1911, Goldberger y Anderson lograron inocular material procedente de enfermos a monos y reproducir en ellos la enfermedad, demostrando la naturaleza infecciosa de esta. Este descubrimiento permitió que, en 1954, Enders y Peebles consiguieran propagar y aislar el virus salvaje en células de tejido renal humano y de mono. La adaptación y el crecimiento del virus a los embriones de pollo abrió el camino para el desarrollo y la aprobación de la vacuna en 19636.
Prevención mediante vacunación: de la antisarampionosa hasta la triple viralEl aislamiento del virus salvaje y el conocimiento de la patogenia de la enfermedad a principios del siglo pasado abrieron las posibilidades de desarrollo de una herramienta de prevención a través de la vacunación.
El sarampión pertenece a la familia Paramixoviridae. Estos virus parecen ser estables desde el punto de vista antigénico, y aunque unos miembros comparten antígenos secundarios, no hay un antígeno que sea común a todo el grupo. La familia está compuesta por 3 géneros: Paramyxovirus, MorbillivirusPneumovirus. El sarampión se incluye dentro del género Morbillivirus. Existe un solo serotipo del virus del sarampión y un gran número de genotipos circulantes por su gran variabilidad genética. Esta variación del genotipo no parece tener importancia biológica, pues no modifica la eficacia de la vacuna.
El genoma del virus está formado por una cadena sencilla de ARN, de polaridad negativa, que consta de 15.894 nucleótidos. Se han identificado 8 proteínas, 6 de ellas proteínas estructurales del virión, 3 (N, P y L) están en el complejo del ARN viral y las otras 3 (M, H y F) están implicadas en el desarrollo de la membrana viral.
La replicación viral se produce de la siguiente manera: una vez que el virus es adsorbido por la membrana de la célula diana, se libera de su envoltura. La transcripción, la traducción y la replicación del virus se llevan a cabo en el citoplasma. Su ARN de polaridad negativa sintetiza una cadena de ARN de polaridad positiva que servirá de molde para la síntesis de nuevas cadenas de ARN y como ARNm para la síntesis de proteínas. Una vez los viriones son maduros emergen de la membrana citoplasmática de la célula huésped.
La diseminación de la infección se hace a través del contacto con gotas de saliva o secreciones nasofaríngeas de personas infectadas. El virus penetra al organismo a través de la mucosa nasofaríngea o conjuntival, accediendo a los ganglios linfáticos regionales, donde se multiplica, generando la primera viremia, llegando a las células linforreticulares del bazo, el hígado, la médula ósea, el pulmón y otros órganos.
Una vez en los órganos produce una segunda viremia, comenzando entonces el periodo prodrómico de la enfermedad, que dura de 6 a 7 días, antes de la aparición del exantema. La extensión del virus a la piel, con la aparición del exantema maculopapular, coincide con la aparición de anticuerpos, mediada tanto por la inmunidad celular como por la humoral. Los mecanismos de respuesta celular se inician 6 días antes de que aparezca el exantema, con la estimulación de los linfocitos T cooperadores (CD4) que ayudarán a la respuesta humoral durante toda la enfermedad para la producción de anticuerpos específicos contra el virus de sarampión. El mismo día que aparece el exantema, los linfocitos T citotóxicos (CD8) y las células natural killer inician la producción de anticuerpos específicos tipo IgM e IgG contra el virus de sarampión. Los anticuerpos IgM alcanzan su punto máximo entre los días 7 y 10, disminuyendo rápidamente después de 6 a 8 semanas. Los anticuerpos IgG alcanzan su punto máximo después de 4 semanas7.
La estrategia de una vacuna frente al sarampión consistiría en provocar una respuesta inmune capaz de producir la inhibición de la multiplicación del virus en la nasofaringe, a través de anticuerpos IgA secretores locales o de trasudado de IgG, y la diseminación a partir de ella, o la inhibición de la viremia durante el periodo de incubación, a través de anticuerpos circulantes, adquiridos activa o pasivamente, para neutralizar al virus. Sería necesario, además, asegurar la inducción de la inmunidad celular para conseguir memoria inmunológica que prolongara la protección de por vida.
Origen de la vacuna antisarampionosaLa primera cepa que se empleó en el desarrollo de las primeras vacunas fue la cepa Edmonston, llamada así en honor al joven en el que se aisló el virus. El equipo de Enders y Peebles realizó pases de la cepa Edmonston en células renales primarias y en células de amnios humano primarias, adaptándola a embriones de pollo. Esto les permitió desarrollar la primera vacuna atenuada, «Edmonston B», que se aprobó en los EE. UU. en 1963. El uso sistemático de esta vacuna se asoció a una elevada reactogenicidad de duración limitada, consistente en fiebre elevada (superior a 39 °C) en un tercio de los vacunados y exantema generalizado en la mitad de los vacunados. Esta reactogenicidad justificó el uso de Ig asociada para disminuir los efectos adversos8.
Tipos de vacunasDos fueron las líneas de desarrollo que se emplearon a partir de la cepa Edmonston: vacunas inactivadas y atenuadas.
Vacuna inactivadaSe trata de una vacuna derivada también de la cepa Edmonston, pero inactivada en formol, en vez de atenuada y precipitada en aluminio. Esta vacuna genera una respuesta inmunitaria preferente de linfocitos Th1, a diferencia de lo que sucede en la enfermedad natural, que estimula Th2. Se producen niveles adecuados pero transitorios de anticuerpos frente a antígenos H y M, bajos niveles de anticuerpos anti-N y respuesta nula o insignificante a los anticuerpos frente a los antígenos F (inactivado por el formol) y P. Al decrecer la inmunidad producida, en mayor proporción de carácter humoral y sin memoria inmunológica, los sujetos vacunados tenían riesgo de padecer una infección atípica por el sarampión al exponerse al virus salvaje, presentando una enfermedad causada por complejos inmunes antígeno-anticuerpo (reacción de hipersensibilidad retardada)9. Se autorizó para su uso en los EE. UU. y en algunas provincias de Canadá en 1963. A pesar de que presentó escasos efectos secundarios, se dejó de recomendar por el riesgo de generar sarampión atípico.
Vacunas de virus vivos atenuadosLa mayoría de las vacunas de virus atenuado desarrolladas durante estos años derivan también de la cepa Edmonston. Sus diferencias fundamentales radican en el aislamiento vírico original, la cantidad y la temperatura de los pases del cultivo celular. Todas ellas integran el mismo genotipo viral: el genotipo A. La cepa Schwarz y la cepa Moraten proceden también del desarrollo de diferentes pases celulares de la cepa original. En comparación con la vacuna Edmonston B, estas cepas producen menor frecuencia y gravedad de los efectos secundarios, lo que permitió eliminar el uso concomitante de Ig para disminuir la reactogenicidad y supuso un ahorro tanto de tiempo como económico. Estas vacunas producen una respuesta inmunitaria similar a la infección natural, generando una inmunidad humoral y celular, que produce una inmunidad tan sólida como la de la infección natural10.
Hay pocos estudios que permitan conocer la eficacia protectora de la vacuna del sarampión monovalente. En EE. UU. se han efectuado numerosos estudios epidemiológicos observacionales en los que se ha evaluado la efectividad protectora de la vacuna. Con base en estos datos y en otros estudios serológicos publicados, se estima que las vacunas antisarampionosas inducen la seroconversión aproximadamente en el 95% de los niños de 12 meses de edad o mayores (niños que ya no poseen anticuerpos maternos contra el sarampión adquiridos de forma pasiva). El título de anticuerpos séricos después de la vacunación imita la respuesta producida tras la infección natural, aunque los títulos de anticuerpos son inferiores. La respuesta máxima se produce entre 6 a 8 semanas después de la vacunación. Se ha comprobado que la inmunidad conferida por la vacuna persiste al menos 20 años y se cree que dura toda la vida en la mayoría de las personas.
Los efectos adversos de la vacuna antisarampión son en su mayoría reacciones leves y sistémicas (fiebre elevada, superior a 39 °C), y erupción. Característicamente aparecen de 6 a 14 días después de la vacunación y son de duración breve. Su frecuencia oscila entre el 5 y el 15%. Las reacciones locales (enrojecimiento, tumefacción) son menos frecuentes11. Las reacciones graves descritas son anecdóticas y mucho menos frecuentes que las asociadas al padecimiento de la enfermedad (Tabla 1).
Tabla 1. Frecuencia de eventos adversos producidos por la vacuna antisarampionosa frente a los mismos eventos producidos por la evolución natural de la enfermedad
Reacciones adversasTasa posvacunalTasa en los pacientes con sarampión (infección natural)Amplitud del riesgo relativo de la enfermedad
Fiebre > 39,4 °C1/16-1/616-16
Exantema1/100-1/515-100
Crisis convulsivas febriles1/2.500-1/1001/200-1/1001-25
Encefalitis y encefalopatía (otros trastornos neurológicos)1/1.000.000-1/17.6001/1.00017,6-1.000
Panencefalitis esclerosante subaguda a1/1.000.000a1/200.000-1/50.0005-20
Púrpura trombocitopénica1/30.000-1/40.000< 1/3.000> 10 b
a No se ha demostrado ningún caso de panencefalitis esclerosante subaguda causado por la vacuna antisarampionosa.
b Tasa estimada.Fuente: Modificada de la Organización Panamericana de la Salud 30 .
La vacuna atenuada que contiene la cepa Moraten es la utilizada en la actualidad en EE. UU. La que contiene la cepa Schwarz se emplea más en otros países. Japón utiliza vacunas elaboradas con las cepas sobreatenuadas (AIK-C y Schwarz F88, CAM-70 y TD 97). En los países del este de Europa se utiliza la vacuna procedente de la cepa Leningrado 16. En China e Irán se emplea una vacuna que contiene la cepa Shanghai 191. En España, en la actualidad, no disponemos de ningún preparado monovalente comercializado.
Vacunas mixtas con antirrubéola y antiparotiditisEn la actualidad existen comercializadas diversas vacunas que combinan las atenuadas frente al sarampión, la rubéola y la parotiditis. En nuestro país, en la actualidad tenemos disponibles 2 preparados comerciales que combinan los 3 virus atenuados (Tabla 2). La seguridad y la inmunogenicidad de estas vacunas combinadas indican que son similares a las de las vacunas monovalentes. La vacuna produce respuesta inmune en más del 95% de los sujetos vacunados mayores de 12 meses12. Existe un 5% aproximado de fallos vacunales debidos en su mayoría a la ausencia de respuesta inmunitaria. Desde la modificación de la pauta vacunal, se administra una segunda dosis de recuerdo con al menos 4 semanas de intervalo, con el fin de «rescatar» a ese 5% de «no respondedores». Se observa que estos generan una respuesta primaria inmunitaria a la revacunación, con un aumento significativo del título de anticuerpos y aparición de anticuerpos IgM. Se ha comprobado que la inmunidad conferida por la vacuna persiste al menos 20 años y se cree que dura toda la vida en la mayoría de las personas13.
Tabla 2. Vacunas comercializadas en España (última revisión: octubre de 2015)
Nombre (Laboratorio)Composición
M-M-RvaxPro® (Sanofi Pasteur MSD)Virus del sarampión a : cepa Edmonston de Enders (vivos, atenuados)
> 1.000 U CCID50
Virus de la parotiditis a : cepa Jeryl Lynn (nivel B) (vivos, atenuados)
> 12.500 U CCID50
Virus de la rubéola b : cepa Wistar RA 27/3 (vivos, atenuados)
> 1.000 U CCID50
Priorix®(GlaxoSmithKline)Virus vivos atenuados del sarampión a (cepa Schwarz)
> 1.000 U CCID50
Virus vivos atenuados de la parotiditis a : (cepa RIT 4385, derivada de la cepa Jeryl Lynn) > 1.000 U CCID50
Virus vivos atenuados de la rubéola c (cepa Wistar RA 27/3)
> 1.000 U CCID50
CCID250: dosis que infecta al 50% de los cultivos celulares.
a Producido en células de embrión de pollo.
b Producido en fibroblastos pulmonares diploides humanos (WI-38).
c Producido en células diploides humanas (MRC-5).
Existe una vacuna cuádruple vírica (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela) autorizada en Europa, no comercializada en nuestro país.
El plan estratégico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Región de EuropaAntes de la introducción de las vacunas en los años sesenta, casi todas las personas contraían el sarampión durante la niñez. Se estima que se producían 130 millones de casos y más de 2,5 millones de defunciones anuales a nivel mundial debidas al sarampión14.
El inicio de la vacunación cambió de manera relevante su epidemiología. En la era prevacunal, las epidemias se producían a intervalos regulares y más cortos cuanto mayor tamaño tenía la población. En EE. UU. se pasó de una incidencia anual de 315 por 100.000 en la era prevacunal a menos de uno por 100.000 a partir de 1992. Gracias a los programas de vacunación que se pusieron en marcha inicialmente en los países desarrollados, la reducción de la morbimortalidad fue espectacular; fue tan grande que 3 años después de la vacunación sistemática se plateó la posibilidad de su erradicación mundial mediante la vacunación universal, del mismo modo que se había propuesto con la viruela15.
El sarampión posee las siguientes características que hacen factible su control y eliminación de forma eficaz: es una enfermedad viral cuya infección natural confiere inmunidad de por vida; se transmite de persona a persona; no se conocen reservorios diferentes a los humanos; es producida por un solo serotipo con elevada estabilidad antigénica; existe una vacuna eficiente y segura que protege contra la infección y confiere inmunidad16.
En 1998, la Oficina Regional para Europa de la OMS aprobó un plan estratégico para la eliminación del sarampión, cuyos objetivos generales eran reducir la morbimortalidad por sarampión y eliminar la circulación autóctona del virus para el año 200717. En Europa, las políticas de vacunación con 2 dosis que fueron adoptando los países comportaron un descenso muy importante en el número de casos, pasando de más de 300.000 casos notificados en 1991 a menos de 40.000 en el año 2000 (reducción del 87%). A pesar de que muchos países adoptaron estos objetivos, otros continuaron con una sola dosis de vacuna triple vírica. En otros, las coberturas eran bajas debido fundamentalmente al progresivo fenómeno de rechazo de las vacunaciones de los movimientos antivacunas18, al crecimiento de los grupos que rechazan las vacunas por motivos religiosos, y al aumento de la población inmigrante19 procedente de países con coberturas vacunales bajas20. Por todo ello, en el año 2003 se reanalizó la situación y las metas alcanzadas, y ante la dificultad de algunos países para poner en marcha planes nacionales, se pospuso hasta el año 2010 el objetivo de eliminación del sarampión endémico en los países de la región.
El número de casos de sarampión notificados en Europa se redujo de 28.203 a 7.499 entre 2003 y 2009. A pesar de ello, durante los últimos 10 años se han producido una serie de brotes de sarampión (Figura 3), especialmente en Europa Central y Occidental, con un pico de casos notificados en 2011 (32.124 casos). Francia fue el país más afectado, con un 47% de los casos en Europa en 201121, mientras que otros países también han informado de un número considerable de casos, incluyendo Bulgaria, Alemania22, Italia, Rumanía, España, Ucrania y Reino Unido23. En el Reino Unido se introdujo la vacunación en el calendario nacional de vacunación infantil en 1968. Desde 1988, la vacuna utilizada fue la triple vírica. A principios de 1990, con el incremento paulatino de la cobertura vacunal, el número de casos confirmados de sarampión se redujo significativamente de 80.000 casos en 1988 a 100 casos en 2000, hasta el punto de que llegó a interrumpirse la transmisión sostenida24. Los temores infundados sobre un posible vínculo entre la vacuna triple vírica y el autismo a finales de 1990 dañaron la confianza del público respecto a la seguridad de la vacunación. La disminución de coberturas vacunales permitió la recirculación del virus y la aparición de brotes, principalmente en las zonas donde existían grupos específicos antivacunas con conocida baja cobertura de vacunación.
Brotes de sarampión en Europa, 2004-2012.
Figura 3. Brotes de sarampión en Europa, 2004-2012.
Europa ha estado luchando para combatir el sarampión en las últimas décadas y ha fracasado hasta ahora en lograr el objetivo de eliminar la enfermedad25. El año 2015 se ha establecido como un nuevo objetivo para la eliminación de sarampión en la región europea. Con la resolución del 16 de septiembre de 2010, todos los países de la Región de Europa de la OMS renovaron su compromiso de eliminar el sarampión en 2015, y se han identificado los criterios esenciales para la eliminación del sarampión en la región europea de la OMS, incluida la protección demostrada por al menos el 95% de la población26, ya que cuanto mayor sea la cobertura de vacunación, menor será la carga de sarampión27.
Los objetivos fijados por la OMS28 son los siguientes:
Para finales de 2015:
  • • Reducir la mortalidad mundial por sarampión como mínimo en un 95% en comparación con los valores de 2000.
  • • Alcanzar los objetivos regionales de eliminación del sarampión.
Para finales de 2020:
  • • Lograr la eliminación del sarampión al menos en 5 regiones de la OMS.
La estrategia se centra en 5 componentes básicos:
  • • Alcanzar y mantener una elevada cobertura vacunal con 2 dosis de vacunas que contengan antígenos del sarampión.
  • • Llevar a cabo una vigilancia eficaz de la enfermedad y evaluar las medidas programáticas para garantizar los progresos y el impacto positivo de las actividades de vacunación.
  • • Desarrollar y mantener la preparación ante los brotes, la respuesta rápida cuando se produzcan, y el tratamiento eficaz de los casos.
  • • Mantener la comunicación y la dedicación para lograr la confianza de la población y su demanda de inmunización.
  • • Llevar a cabo las actividades de investigación y desarrollo necesarias para respaldar medidas coste-efectivas y mejorar la vacunación y los instrumentos diagnósticos.
La OMS considera que teniendo en cuenta las tendencias y los resultados actuales, y según la opinión de los expertos mundiales en vacunación29, los hitos previstos para 2015 y el objetivo de eliminar el sarampión no se alcanzarán en el plazo previsto.
Para seguir avanzando será necesario que los países y los asociados del ámbito de la vacunación den a conocer mejor el objetivo de la eliminación, superen los obstáculos a la vacunación contra el sarampión y realicen inversiones adicionales y sustanciales de forma sostenida, a fin de fortalecer los sistemas de salud y conseguir un acceso equitativo a los servicios de vacunación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Agradecimiento del Comité EditorialEnfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica ha publicado en los Sumarios correspondientes al año 2015 una serie de 10 manuscritos, en su sección de Formación Médica Continuada, dedicados a una Actualización en vacunas. La Dra. Magda Campins Martí ha colaborado como Editora Asociada en las actividades editoriales relacionadas con su desarrollo. El Comité Editorial de la Revista quiere mostrar su agradecimiento por esta desinteresada colaboración.

☆ Nota: sección acreditada por el Consell Català de Formació Continuada de les Professions Sanitàries. Consultar preguntas de cada artículo en: http://www.elsevier.es/eimc/formacion
Recibido 28 Octubre 2015
Aceptado 29 Octubre 2015
Autor para correspondencia. maria.garces.sanchez@gmail.com

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